Porteño Starbucks

Fue uno de los primeros días y, después de hacer cola un rato largo, se empezó a sentir ridícula, sobretodo cuando un señor le preguntó: "¿Para qué es esta cola?". Ella tuvo entonces un momento de extrañamiento. "Para tomar café", respondió, e inmediatamente se puso la mochila celeste al hombro y se retiró del lugar. Total cada esquina de Buenos Aires tiene un café distinto para probar, y sin hacer cola.

No hay comentarios.: